Cuantas sensaciones se pueden extraer de lo que no se vivencia. No puedo escribir porque los días están como Agosto, siempre como Agosto, con ese tono amarillento, tono sepia.
Si buceo dentro de lo que he recolectado para el invierno no encuentro nada más que ventanas con el mismo paisaje y con los mismos diálogos sordos, voces que son como el soundtrack de un lunes permanente. Ya no sé si los viajes me sacan de la primera dimensión, una realidad que es como una fotografía y mis pensamientos van a parar a un público que no es nadie porque ni siquiera estoy ahí para escucharme.
Cuando volví a Concepción no encontré nada diferente. Ahora añoro la niebla espesa o las ganas de no hacer nada y disfrutarlo, o mantenerme ocupada en buscar alguna forma de soportar el frío. Así es que ni mucha música he escuchado, ni tampoco tengo ganas de crear algo, ni de dormir, ni de hablar, sólo de buscar alguna actividad para no pensar en que estoy acumulando el tiempo en algo que debo pensar o asumir que no hay nada para pensar. Sólo me queda la pila de libros que dije que iba a leer y así con tantas cosas.
Y mientras tanto me pregunto si debería esperar a algo.
Y mientras tanto me pregunto si mañana va a suceder algo, suceder.
Y mientras tanto me pregunto si estoy donde debería haber estado siempre.
Si buceo dentro de lo que he recolectado para el invierno no encuentro nada más que ventanas con el mismo paisaje y con los mismos diálogos sordos, voces que son como el soundtrack de un lunes permanente. Ya no sé si los viajes me sacan de la primera dimensión, una realidad que es como una fotografía y mis pensamientos van a parar a un público que no es nadie porque ni siquiera estoy ahí para escucharme.
Cuando volví a Concepción no encontré nada diferente. Ahora añoro la niebla espesa o las ganas de no hacer nada y disfrutarlo, o mantenerme ocupada en buscar alguna forma de soportar el frío. Así es que ni mucha música he escuchado, ni tampoco tengo ganas de crear algo, ni de dormir, ni de hablar, sólo de buscar alguna actividad para no pensar en que estoy acumulando el tiempo en algo que debo pensar o asumir que no hay nada para pensar. Sólo me queda la pila de libros que dije que iba a leer y así con tantas cosas.
Y mientras tanto me pregunto si debería esperar a algo.
Y mientras tanto me pregunto si mañana va a suceder algo, suceder.
Y mientras tanto me pregunto si estoy donde debería haber estado siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario