Debe ser que tener miedo es algo de todos los bípedos racionales del mundo. Se me pasó el detalle. Ahora viene el verano y siempre le tengo miedo a los veranos, quizás el demasiado tiempo libre.
Bueno no sé, cierra tus ojos y escucha lo que no te voy a decir, quizás hablar en un lenguaje sin palabras nos lleve a otro lugar mejor, tanto mejor. Y tengo tanto con que soñar y tanto que sé que debo hacer que ya me quiero ir a dormir.
Quizás no sea tan difícil llegar a la esencia, quizás no estoy tan lejos, una nebulosa en común de todos los colores posibles, no sé, incluso puede que el tiempo me haga tener más ganas de creer en todas las cosas.
A veces, cuando no quiero que el tiempo transcurra sé que puedo dormir con todas las cosas me asalta una sonrisa, un momento en el que veo algún buen camino debajo de tus pestañas, para qué decirlo, me puede fallar la ortografía o las palabras, cómo empaquetar un mundo de conceptos en un par de letras en estos casos? por lo menos los colores y texturas se me hacen indefinibles, alguien más lo habrá dicho y hay mil maneras de decirlo.
Jugar y no jugar a nada, a veces siento que estoy en el lugar en que todo comienza y derrepente me veo bastante lejos del punto culmine y mis manos no son nada ni tampoco tengo voz para algo y derrepente me tengo que ir.
Y si me quiero robar las situaciones? supongo que yo también las esperaba, como todos, mucho antes de ti, han habido más abriles y han habido más eneros y febreros de viento violento contra la ventana, todo demasiado amarillo como para abrir las cortinas, todo demasiados suspiros y se me va la vida derrepente por tenerlos a todos encerrados, muchas conjunciones, muchas palabras de ensueño, muchas canciones que lo dicen todo por mí.
Emborracharme de mil maneras, no sé, buenos días, vámonos y adiós.
Y pienso en que: si voy y te lo digo sin decirlo?
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