jueves, 15 de abril de 2010

Mañana debería llover.

Para vivirlo de nuevo, para volver a vivir
por último.






Sueño con cosas simples. Abrir la ventana a medianoche y echarse en la alfombra a escuchar un par de discos. No puedo ofrecerte mucho, quizás sólo me quedan unas lucas en el bolsillo, pero alcanzarían para los cigarros. Sueño con cosas simples tan imposibles y complicadas, contarte un par de cosas que tengo adentro con la ventana abierta, sin embargo estoy aqui, jodidamente sola a veces, una a veces santísima deseable soledad. Un poco de tiempo, no me interesa esperar, quiero ver estrellas que no se ven desde aquí, es de noche y el jardín oscuro es un mal escenario para escribir. Sentarme en el piso, a mi pieza le quedan pocas cosas, pero se siente bien. Cómo convencerte, no tengo reservas, el destino no existe, sólo las elecciones tristes. Me gustaría que mañana lloviera, me gustaría compartir una siesta mientras llueve, escuchar un disco o dos, beber una botella de whiskey y decir un par de cosas que tengo adentro, escuchar otras tantas. A veces me parece todo tan hermoso, la hermosura acompaña un temblor en la panza, es otoño, cuántos abriles he pasado, me gusta tanto el color del cielo en esta época. No quiero que mañana sea viernes, mañana debería ser un buen día y yo sueño con tantas cosas, tantas cosas que no serán.

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