Se siente distinto. No sé si es la edad o un asunto de vida o muerte, tampoco sé si es el pasatiempo o que los días se pasan volando. La edad dicen. La música ya ni pinta tiene de música, es un acto repetitivo o un acompañamiento para evitar viajes aburridos. He dejado de leer. Me gustaría pensar que para volver a disfrutar de caminar con una buena atmósfera no necesito de nada.
Echo de menos el café a veces, así como refugiarse de la lluvia ausente o del frío. El mismo paisaje no es más que parte de una melodía o de una única historia y cada respiro es como para escribirlo. La verdad es que te viví menos. Inversamente, la historia toma sucesos inexistentes y aparecen escenas de acontecimientos que no han tomado lugar.
Entre el anhelo y el contacto con la realidad, se muere. Morirse. De aquí han nacido los dolores en terrenos inhóspitos del corazón, pájaros oscuros que no miran hacia atrás ni vuelven, de aquí nace esa instancia misteriosa en donde se unen todos los estímulos. Puente. Una visión de esas que parecen una impresión de momento, aterradoramente suave, triste, doloroso y nuevamente dulce, un golpe, dolor de aguja, punzada de añoranza.
Surges. Eres, te veo de lejos, no sé muy bien a qué referirme ni lo que es verdad, más bien, te veo de cerca y pongo mis manos como tratando de guardar tu forma, me vuelvo coleccionista de tus impresiones, de tus huellas. Casi puedo seguirte, adelantarme, retroceder contigo, volviendo a la incertidumbre, pero sin seguirte. Cada día contene una palabra de ayer.
Todas las noches me pregunto por ti, derrepente los trenes de la tarde te llevan algo desde esta ventana y los minutos comienzan a cometer pequeñas locuras, mientras tu voz resuena como en mute, puedo ver tus labios, tu mirada y olvidar porqué debo volver, olvidar también porqué debo robar lo que has añorado y anhelarlo y hacerlo mío. Cuando haga más frío. Esos días te me apareces en todas las esquinas.
Y me veo nuevamente sin posibilidades de llevarle la contra a los momentos en que te veo tan lejos y esos, en que pareciera que tu piel no me toca, y te lo grito todo en indirectas, calladas frases para saber que de una vez por todas, de una vez por todas. No. imposible. Hace frío. Estas noches te me apareces a cada descuido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario