miércoles, 17 de junio de 2009

¿Qué pasaría si digo que no me importa?
¿Qué pasaría si todos hablaramos sin metáforas ni eufemismos ni mentiras? ¿qué pasaría si vieramos lo horrible de lo que es poéticamente bello, pero que sigue siendo horrible y humano? ¿qué pasaría si el pensamiento es un velo visible para ocultar lo inmundo, pero ignorado? ¿qué pasaría si dejásemos de lado las convenciones? ¿qué pasaría si no escuchasemos a los moralizadores empedernidos?
¿Qué importa que Sartre lo haya dicho primero?
Me pregunto si no me importa, si no me importa que la tele esté ahí prendida los trescientos sesenta y cinco días del año a la misma hora con noticias que pasan cosas que no me importan, porque es así, porque deberían importarme, pero no me importan. No me importa decir las cosas como las pienso, pero debería importarme, no estoy ni ahí con perdonar nada, pero es lo correcto, lo correcto, lo correcto...
Por que se supone que va a llegar un día en que me va a importar, cuando haga interferencia el fin de algo, la ausencia de algo, y seguramente me tenga que poner a llorar, porque soy tan hipócrita como para que me importe algo cuando ya no está ¿porqué? si nunca me importó, porqué. Y bueno, tampoco quiero estar aquí ahora, ni afuera. La lluvia me parece poco funcional y no es motivo para otras cosas ni para imaginaciones espaciales, ni para estar escribiendo aquí sobre ella, simplemente moja y es fría y es incómoda. Por qué debería importarme: a mi madre, a mi padre, y a los otros, porqué deberían ser cosas más especiales que otras cuando no tienen razón para serlo. ¿Porqué debería importarme el domingo? y ¿cómo que qué mierda voy a hacer el domingo? nada, si en realidad no quiero arreglarle la vida a nadie y quiero irme al mar a caminar y no darme la paja de escuchar a nadie.
Debe importarme porque seguramente mañana no voy a pensar así, porque el remordimiento es una cosa ácida y más molesta que un chicle en la zapatilla. Porqué, si ya no es el propósito de mi vida escupir arcoiris por la boca, ni tampoco sacarme alguna suciedad de adentro. Y ese es el asunto (...)

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