Hoy me levanté otra vez con esa sensación de que me cae lentamente un techo pesado y enorme en la cabeza. Los autos pasaban y había que esquivar el agua y la música del menú de hoy era todo menos alegre. Qué sé yo porqué estoy así, estaba pensando en que la lluvia tiene la culpa, porque el cielo es un espejo, porque el cielo está de ese tono gris, justo de ese tono.
A todo ésto, recién abrí la cortina y salió descaradamente el sol. Quizás esta tarde ese maldito sentimiento que me ha seguido hace como dos meses se aburra y se vaya por un rato. Quizás ya no sienta más a ese maldito techo que vas a aplastarme en cualquier minuto.
Qué diablos, aún es viernes y la tarde va a llegar pronto.
(Quizás, la que habla por mí, es mi manía de esperar que algo bueno ocurra aún hasta el final del día).
A todo ésto, recién abrí la cortina y salió descaradamente el sol. Quizás esta tarde ese maldito sentimiento que me ha seguido hace como dos meses se aburra y se vaya por un rato. Quizás ya no sienta más a ese maldito techo que vas a aplastarme en cualquier minuto.
Qué diablos, aún es viernes y la tarde va a llegar pronto.
(Quizás, la que habla por mí, es mi manía de esperar que algo bueno ocurra aún hasta el final del día).
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