domingo, 23 de agosto de 2009

No sé, loco, a estas horas me dan como ganas de ser negra y tocar guitarra afuera de algún pórtico en medio del verano o quizás harmónica, en medio de pasto amarillo y un sol enorme, más jodidamente enorme que todas las preguntas que tengo en la cabeza. O quizás ser una jodida bodhisattva y salir a vagar por ahí justo ahora en busca de frases para comprender y entretenerme hilando porqués hasta quedar sin respiración ante la grandeza de la incertidumbre. No sé, cuando se pasa el efecto del alcohol siempre llega la creatividad y cuando se acaba un buen día siempre hay ganas de hacer más.


1 comentario:

Carlos Ochoa Quezada dijo...

Ser negra suena terriblemente poco apropiado para ti, Bibiana. El resto sería espléndido.