lo más weirdo es que mi cuerpo se siente biológicamente incongruente con mi ánimo o mi pseudo-ánimo, los límites entre lo cierto e incierto son más difusos que los límites entre la decadencia cotidiana de pesadilla, la naturalidad y la locura juntas. o será que me estoy volviendo susceptible o paranoica o no concibo mi sentimentalismo ausente como algo más natural. el límite perfecto entre ser el héroe o el antihéroe o una inevitable repetición de lo que nunca he querido ser. cambiando una tuerca no sentiré que voy con la corriente o que mis actos son un estúpido reflejo de un marionetísmo sin rostro.
volviendo al asunto de la titánica incongruencia entre los días que pasan y mi sistema nervioso, teóricamente no sé pa' onde va la micro, es cierto que el cielo tiene más pinta de cielo, pero eso no cambia mucho las cosas, es decir, en el sentido figurado seguiría perdiendo el tiempo como si ese fuese el destino de mi vida, -si es que se puede hablar de destino y no de estupidez humana e irracionalísmo descontrolado (hablando de los ísmos)-, en palabras más concretas y útiles que ese torrente de palabrotas metafóricas, no estoy haciendo nada por la chucha porque se me ocurrió o porque aún no se me ocurre lo contrario o porque simplemente mi mecanismo interno se enfoca más en entrar, dejar la cagá y luego no preocuparse del orden.
Bueno, llegará el momento en que sea inevitable decir que chao, me voy de la ciudad ¿porqué? por el asunto de la certeza más que nada, no se puede vivir sin certeza de algo en la vida.
volviendo al asunto de la titánica incongruencia entre los días que pasan y mi sistema nervioso, teóricamente no sé pa' onde va la micro, es cierto que el cielo tiene más pinta de cielo, pero eso no cambia mucho las cosas, es decir, en el sentido figurado seguiría perdiendo el tiempo como si ese fuese el destino de mi vida, -si es que se puede hablar de destino y no de estupidez humana e irracionalísmo descontrolado (hablando de los ísmos)-, en palabras más concretas y útiles que ese torrente de palabrotas metafóricas, no estoy haciendo nada por la chucha porque se me ocurrió o porque aún no se me ocurre lo contrario o porque simplemente mi mecanismo interno se enfoca más en entrar, dejar la cagá y luego no preocuparse del orden.
Bueno, llegará el momento en que sea inevitable decir que chao, me voy de la ciudad ¿porqué? por el asunto de la certeza más que nada, no se puede vivir sin certeza de algo en la vida.
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