Escapista.

abro la ventana y te pido que me invites a tus palabras
"invítame a tus palabras de aquellos días, mi cuerpo podría deshacerse"
el alma conserva recuerdos nítidos, uno por uno, las palabras exactas
queda un nuevo fin de semana larguísimo.

la noche me susurra de un nuevo tiempo en el que pueda volver a reír
ya no me acuerdo de cómo curvar mi boca para soltar una carcajada
mis manos sólo piden el calor de las tuyas, mis labios no se cansan de generar
más formas, más conclusiones, más esperanzas de un futuro lejano, desesperaciones.

lo que escribo contiene gritos, llantos, risas, tragicomedia
mi cuerpo recuerda, mi alma recuerda, mi vacío es como un pozo infinito
mi estómago sólo me incomoda, antes lleno de mariposas radiantes, ahora negras
mariposas tristes que aparecen a minutos aleatorios, en lugares simbólicos.

ya no puedes invitarme, tus labios son algo que no volveré a tocar
ni su calidez, ni su sabor, ni su textura blanda, un beso que lleve a la eternidad
mis palabras han sido siempre inadecuadas, mis acciones
repaso mis pasos una y otra vez, leo palabras antiguas, todo me ha llevado a esto.

he caído de un auto que iba hacia la gloria, perdida ahora, en mitad de la nada
por sorpresa, tus palabras, oh, miles de papeles que cortan el aire del cual ya no queda mucho
me sorprendí mirando como las estrellas sólo caen afuera de tu casa
les he dicho tantas cosas que ya sabes.

ahora espero un futuro, ya no inmediato
algún anhelo, pidiéndote siempre mi alma que me invites a tu risa, tus labios
todo es imposible cuando por fin creí que me llenaba de energías
canciones de carretera anuncian despedidas.

nunca tuve intenciones de autoinducirme a un coma
el miedo fue mi camino, la verguenza, inseguridad
mientras las estrellas caen a tu paso cantándote mis últimas canciones
mi corazón late tan fuerte encogiéndose llenándome de desvelos impensados hace poco tiempo.