jueves, 21 de octubre de 2010

Por fin algo de tiempo para mí.
Quería decir que estaba súper lindo todo hoy, me gusta caleta caminar de noche sin más compañia que la voz de las canciones. Cuando iba caminando por la plaza, me di cuenta de que ya dejé de hacer muchas cosas y de pensar en lo mismo antes de dormir y al despertarme, sin caer en la cuenta de esos malos hábitos que sólo me hacían volver hacia atrás. Lo cierto es que esas ensoñaciones dolían, pero no dejaban de ser hermosas, los recuerdos no los haría a un lado, pero pueden funcionar en OFF si quieren.
Ya no te busco, porque no sé si te encontré, si eras tú o no, si aún no lo encuentro a él, si lo encontré en un pasado. Es más probable que no, que bajo este mismo cielo de Concepción siga palpitándome fuerte el corazón con esas claves guardadas en todas las esquinas, para recordar, para soñar, para reinventar.
Estoy como en el medio, queriendo buscar las sorpresas (quizás alternativas, quizás no) y temiendo dar un paso en falso para volver atrás. Pero me pondré mi casco y seguiré hasta que ya no alcance a ver que había más atrás y todo se convierta en una sensación triste y cálida, tenue, siempre presente, nostálgica una vez más, que se impulse cuando pise una determinada esquina, cuando me vea en un determinado reflejo, pero el resto del tiempo...
El resto del tiempo todos mis sentidos son libres de hacer lo que quieran. Algo como "libertad en las venas", ya me estaba cansando de esa sensación hormigueante cada vez que lo inevitable me llevará al fondo otra vez. Ahora, sólo espero, paciente, tranquila el cielo de mañana, otro viernes.
Menuda cosa.
Suspiro y ahora a dormir.

No hay comentarios: