cuando todo es una mierda, una verdadera mierda. tengo ganas de ausentarme de todo. de la señora que vendía parches en la micro y que me dio pena cuando sonrió un poquito cuando le dieron cien pesos y que yo mandé a la mierda. ojalá que llegue algo que me destroce y que no tenga que pensar, pensar es una mierda cuando eres una mierda de persona. déjenme aquí. ausentarme de la pura culpa, de la maldita rutina y de las necesidades de compañía, de la costumbre.
quisiera que la vecina se callara con su música que hace este día una peor mierda aún. un hermoso día gris entre tanta frialdad acentuado por el reggaeton. creo que he caído tan abajo que solo quisiera irme y lo único que me queda son unos recuerdos juveniles a los que me quiero apegar tan fuerte para saber que algún día he sido alguien, que he vivido y que he sentido cosas que me han hecho humana y frágil. en realidad nunca he vuelto a sentirme así, ni ahora que creía vivir en lo que esperaba. quisiera que este mundo de mierda se callara con sus recuerdos y me dejaran con los míos, tratando se volver a ser aquella. solo quiero que la vida se calle y escuchar solo lo esencial del viento y del invierno. hasta me gustaría que nadie me conociera y hubiese visto tanta decadencia en mí, y yo tampoco quisiera haberla conocido. han sido tiempos tan idiotas y han pasado tantas cosas desde aquel tiempo en que por un momento me sentí buena y feliz.
aprender a estar sola, sé que no será tan malo en unos meses más, pero ahora la vida es una mierda, una eterna mierda.
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