Escapista.

Anoche soñé que iba en un auto hacia una parte que siempre aparece en mis sueños, que es como un campo con el cielo de color morado tirado a rojo, la cosa es que como siempre, llego al punto en que hay un par de caminos entre ese paisaje de contrastes entre verde oscuro brillante, el morado del cielo y una pinta de sol, y tomé finalmente ese camino que nunca tomo, que sube y sube, en el que siempre quedo ahí cuando despierto. Bueno, anoche fue diferente, porque realmente caminé por ahí y llegué como a un escenario donde la arena del mar y los caminos eran las butacas y el mar era el espectáculo. Habían pájaros también, todos negros y amorfos que se paraban en las butacas. Me dediqué a caminar hasta que encontré un camino que llevaba a un árbol negro y entré a un lugar que me asustó bastante, que era como un túnel un poco iluminado, como de minería, que sale recurrentemente en mis sueños. Luego de salir de ahí, caminé por el bosque y un niño con una máscara jugaba a la escondida, y se aparecía y desaparecía entre los arbustos y ya era tan de noche que seguí caminando, hasta que llegué al mar nuevamente que estaba techado, tomé un crucero y los delfines saltaban al lado, era divertido hasta que resbalé y una orca casi me come, si no fuera porque nadé rápido (en la vida real no sé nadar) y llegué a la orilla de una piscina. Me estrujé la ropa y luego me fui caminando por todo el trayecto hasta que llegué de nuevo al camino principal, dejé el lugar y antes de decir en el sueño lo que había descubierto en el paseo, desperté y nunca supe qué era lo que iba a decir.