y estás

hablando con la esencia de lo único santo que mi espíritu guardó
desenfrenado aleteo subterráneo del aire
túnel infranqueable, ahora, entre ventanas
sin sentido desenfrenado escape, aroma vicioso
tocas
a veces la puerta de mis arterias
se sube la sangre a mi alma, la asfixia
entre tanto la curva de tus labios es el mismo hálito blanco del recuerdo
estás hablando como si un eco te despertara
de tu miseria, aquel eco que crees tocar con tus dedos hipócritas
siendo así mismo un ángel vagabundo
envidioso e iracundo
el cielo está blanco
en blanco
el aire está en blanco
madrugada blanca que intenta golpearme en la cara
tocar mi esencia en donde aún los pájaros silban, mientras
mi estómago vibra con el deseo, la nostalgia insaciable
la gula de la nostalgia
despido y despido
entre palabras llenas de rabiosas tribulaciones
esperando que el sol me caliente los huesos, mi mente nade entre aguas más tibias,
más transparentes, semejantes a un duelo largo y doloroso
y a momentos eres el viento, loco viento del verano
entre oscuras, hermosas esquinas riendo, pasa una sombra, pero tú sigues siendo el ángel
al repetir y repetir
la razón, pérdida
perdiendo la razón en cada palabra repetida.