domingo, 26 de mayo de 2013

"cuerdo."

anoche soñé que me estaba pudriendo, habían moscas bajo la piel de mis brazos. fue extraño porque el sueño era esplendido: estaba viajando en micro a través de un atardecer eterno, mirando por la ventana, pero cuando me bajé miré mi ropa y estaba llena de moscas, y bajo mi piel zumbaban sus alas, agrupadas unas con otras hacían grumos en la piel de mis brazos, grumos frágiles, vibrantes, con un ruido sordo. quizás me estaba muriendo. ahora hay un colibrí de cabeza como un diamante rojo allá, afuera, por la ventana, pero yo estoy tan lejos de eso. tan lejos. patéticamente lejos. lejos de toda religiosidad, del credo de los otoños. se me han olvidado tantas cosas que quizás me estoy pudriendo y tengo la impresión de que lo seguiré haciendo hasta degradarme por completo y convertirme en abono de árboles oníricos. quizás esa es mi última estación.
es extraño, la ventana de los recuerdos está ahora tan lejos, allá silban las hojas, no existe este barullo burbujeante y turbio dentro de las cuatro paredes de mis pulmones. imperecedero. a veces quiero volver a todo, pero ya estoy tan lejos. tan lejos.

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